«La gente que piensa que lo
entiende todo a derechas lo hace
todo a izquierdas » Marina
La enigmática aventura sigue en la emblemática Rambla de Barcelona, en un punto concreto de interés para nuestra historia identificado, tal y como los protagonistas, a través de un dragón.
«— ¿Lo reconoces? –pregunté, señalando la figura de un dragón que decoraba la fachada del edificio al otro lado de la habitación desde donde había sido tomada la fotografía» Marina, página 122.
El edificio con el dragón en su fachada encierra el piso del doctor Shelley, que el autor ubica en su novela en la “Rambla de los Estudiantes, 46, 48, 1º”, frente al Teatro del Liceo.
Nos hemos movido hasta el Teatro del Liceo para lanzarnos a la búsqueda del piso del doctor Shelley a partir de la información que nos da Zafón, pero nos encontramos con que no hay ninguna dirección que se corresponda. Después de observar los alrededores del Teatro nos fijamos en que casi en frente, tal y como decía la historia, se encuentra un edificio con un llamativo dragón en su fachada. Investigamos un poco el porqué de esa dirección que parece ser fantasma, qué podría haber de real en ella, y descubrimos que anteriormente, hace muchos años, sí que habría podido existir algo así como “Rambla de los Estudiantes”. Sin embargo, quién tiene un vago recuerdo de su existencia, la ubica más adelante, llegando a su final. El autor seguramente sí que se habría basado en un lugar que existió pero no habría sido riguroso a la hora de ubicarlo.
«Tomamos el metro hasta Plaza Cataluña. Empezaba a caer la tarde cuando ascendimos por las escaleras que daban a la boca de las Ramblas. La figura del gran Teatro del Liceo se alzó frente nosotros» Marina, página 123.
Aún así, tomando el Liceo y el dragón en la fachada como referencia, encontramos un edificio que perfectamente se podría corresponder con la historia y habría inspirado al autor. Se trata del edificio Bruno Cuadros, una antigua tienda de paraguas conocida también como “Casa dels paraigües” y que encontramos en el número 82 de La Rambla. Su reforma, el 1883, fue obra del arquitecto Josep Vilaseca en una época en la que el modernismo empezaba a coger fuerza. Su proximidad al estilo modernista, los diversos elementos tanto egipcios, como chinos o japoneses que lo decoran, y en especial su gran dragón, que no dejó indiferente a Zafón ni lo deja a nadie que pasee cerca, hacen de él un edificio ecléctico y original, digno de aparecer en cualquier obra literaria.
- «La antigua consulta del doctor Shelley ocupaba el primer piso de un viejo edificio de aire señorial e iluminación fúnebre» Marina, página 123.
Proximamente llegaremos a la última para de este maravilloso itinerario del libro de Zafón, Marina.
Hola, estoy haciendo un trabajo sobre este libro y realmente me interesa este blog, pero no están todas las entradas visibles, solo 8. He conseguido encontrar la del edificio del Dr Shelley que no aparece en el índice del archivo, pero ninguna más. ¡Podríais subir las entradas de nuevo?
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