«Durante años he huido
sin saber de qué.
sin saber de qué.
Creí que, si corría más que
el horizonte, las sombras
el horizonte, las sombras
del pasado se apartarían
de mi camino» Marina
de mi camino» Marina
Óscar conoce a Marina gracias a su espíritu aventurero, tal y como él mismo
dice disfruta perdiéndose por las calles de Sarriá conociendo nuevos lugares,
así los dos protagonistas se conocieron. Óscar acostumbraba a ir por el
conocido desierto de Sarriá, una zona tocando a la falda de la montaña sin
llegar a ser monte. Es un lugar bastante conocido en Sarriá y uno de los sitios
que quizá más ha cambiado con el paso de los años.
Los veteranos de Sarriá recuerdan el símbolo de este lugar: el famoso
olmo centenario que acabó muriendo y dejando huérfano un lugar tan típico y
alejado de la civilización en ese momento.
Rucabado i Franquesa, Narcís; Historòries de Sarrià "La Nevada Memorable"
«A
menudo mi ruta me llevaba por lo que entonces se llamaba el desierto de Sarriá,
que no era más que un amago de bosque perdido en tierra de nadie» Marina, página
13.
El desierto se encuentra a pocos minutos andando del colegio, exactamente
está en el Paseo de Santa Eulália. Podemos apreciar los aparentes cambios que
se han producido, ya no resulta una “tierra de nadie”, es una zona donde hay
una universidad privada, una escuela, un centro de profesión profesional, unos
bonitos jardines que son los de Marqués de Setmanat, y una residencia. Los
autobuses llegan hasta aquí y está por encima de la ronda siendo un lugar muy
transitado.
El caserón donde se supone que vive Marina no se sabe si es un lugar
fruto de la imaginación del autor o realmente ha desaparecido por el paso de
los años y los avances urbanísticos que han robado la tradicionalidad de Sarriá.
Si seguimos la descripción del libro podríamos establecerlo donde actualmente
se encuentra la Ronda de dalt a unos pocos metros.
Es una lástima puesto que creemos que es una de las bellezas del libro,
quizá por eso Zafón la ideó y construyó a partir de su imaginación.
«La
calle describía una curva que terminaba en una verja igual que muchas otras.
Más allá se extendían los restos de un viejo jardín marcado por décadas de
abandono. Entre la vegetación se apreciaba la silueta de una vivienda de dos
pisos. Su sombría fachada se erguía tras una fuente con esculturas que el
tiempo había vestido de musgo» Marina, página 13.
«La
estación del funicular de Vallvidrera quedaba a unas calles de la casa de
Marina» Marina,
página 145.
En el epílogo, Óscar vuelve a Barcelona tras quince años después de la
muerte de Marina y dice textualmente la Barcelona de mi juventud ya no
existe.
«Supe
que el caserón de Sarriá fue derribado. Las calles que lo rodeaban forman ahora
parte de una autovía por la que, dice, corre el progreso» Marina, página
285.
Esta autovía por la que corre el progreso
interpretamos que es la Ronda. Aproximadamente, si hacemos cuentas, la historia
se desenvuelve el 1979, quince años después Óscar vuelve, estamos en el 1990
más o menos sumando meses, sería el año de creación de tal autovía.
Seguimos en la próxima parada de Óscar, Marina y su historia; aquí colgamos una fotografía del camino que llevamos recorrido por el momento.
Fotografías tomadas por nosotras mismas, Noviembre 2013.
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